Por Patricia Lorenzo
Siempre he pensado cuando participo en un curso o una conferencia que, con una sola cosa que aprenda, una sola cosita, se justifica haber participado; después de cierta edad, son pocas las que te pueden sorprender. Esta reflexión surge a raíz de la celebración de la II Cumbre Nacional de Mujeres Políticas, cuyo objetivo principal era proveer a las mujeres de herramientas que contribuyan a incrementar su liderazgo y por ende su participación en las próximas elecciones de 2024.
¡Fue un gran evento! Contó con la participación de excelentes conferencistas locales e internacionales, teniendo la oportunidad de reflexionar sobre muchos aspectos que inciden en la participación política de la mujer actualmente. De todo lo dicho en las distintas conferencias me quedo con algunos puntos que me parece importante resaltar y repensar sobre ellos:
Primero: En el país tenemos muchas mujeres interesadas en participar en la política o, por lo menos, que les interesa estar al tanto de los temas que atañen a las mujeres políticas; prueba de esto es que la Cumbre tenía cupo limitado de mil participantes y se llenó en menos de 24 hrs.
Segundo: Las mujeres batallamos con los mismos problemas en todos los países, en unos más que en otros. Es bueno resaltar la experiencia de México en este aspecto, pues ha avanzado bastante en su legislación para proteger los derechos políticos de las mujeres y, aun así, continúa enfrentando desafíos importantes; en Colombia otro tanto y en Argentina también.
Tercero: Las mujeres debemos hacer conciencia de que no tenemos que pedir permiso para participar, es un derecho que tenemos y debemos ejercerlo.
Cuarto: El poder está en nuestras manos; somos más de la mitad de la población y más de la mitad de la población que vota, así que debemos también hacer conciencia de eso.
Quinto: La unión hace la fuerza y si todas juntas empujamos en una misma dirección seguro avanzamos. La paridad solo se conseguirá si las mujeres nos unimos en torno a un mismo objetivo. Es clave definir una agenda común por la cual luchemos todas unidas.
El punto anterior se une con el sexto: Reconocer que las mujeres son capaces de llegar al poder sin necesitar más ayuda que la de ellas mismas.
Séptimo: Lo personal es político, porque nuestros problemas cotidianos se resuelven de forma colectiva. Es imprescindible influir políticamente para poder generar los cambios que se necesitan para avanzar hacia una mejor sociedad, porque las decisiones que nos afectan en lo cotidiano se toman en espacios políticos.
Octavo: Debemos cambiar los paradigmas socioculturales que hacen competir a las mujeres entre ellas mismas.
Noveno: La violencia política a veces es sutil y está tan normalizada que no nos damos cuenta.
Décimo y último: Gracias a esta Cumbre he caído en la cuenta de que las mujeres siempre han estado, siempre han participado en todos los hechos históricos, incluso en las guerras; no obstante, lo que ha sucedido es que han sido invisibilizadas. La participación de las mujeres no se menciona y es una gran deuda histórica de la sociedad que cuesta mucho subsanar.